El nervio ciático es el más largo del cuerpo. Tiene como función controlar los músculos de la parte posterior de la rodilla y la región inferior de la pierna, proporcionando sensibilidad a la parte posterior del muslo, la región inferior de la pierna y la planta del pie. Es por esto, que cuando se siente dolor en el nervio ciático, puede estar acompañado de alteraciones en la sensibilidad de la piel o de deficiencias motoras para caminar o correr.
El dolor aparece progresivamente, empeorando al pararse o sentarse, durante la noche, al toser, estornudar, reír o al doblarse hacia atrás.
Generalmente se presenta al costado, de un solo lado, y se inicia en la región lumbar continuando por el miembro inferior. Además del dolor, se puede sentir hormigueo, quemazón, calor o frío y pérdida de fuerza en la pierna.
No es típicamente una enfermedad sino un síntoma, o un conjunto de ellos, que indican la existencia de un problema que lo provoca.
Algunas posibles causas de dolor ciático son:
- Hernia de disco: cuando el disco se abulta, el material dentro de él ejerce presión contra una raíz nerviosa adyacente comprimiendo el tejido nervioso y causando ciática.
- Estrés: causa tensión en la espalda, comprimiendo la raíz del nervio ciático.
- Espondilolistesis: cuando la vértebra se desliza hacia adelante sobre la vértebra adyacente, comprime la raíz nerviosa espinal. Puede desarrollarse durante la niñez o puede ser debido a una degeneración espinal, trauma o sobreesfuerzo.
- Contracción excesiva del músculo piriforme (del glúteo): esta contracción irrita al nervio ciático.
- Estenosis: el nervio queda atrapado en el conducto estrecho, sobre todo al adoptar posturas inadecuadas.
- Tumores: no es la causa más frecuente. Los tumores (benignos o malignos) pueden comprimir el nervio.
Las personas sedentarias, o aquellos que trabajan muchas horas sentados o parados, tienen mayor probabilidad de desarrollar pinzamiento del nervio ciático.
La Tomografía Computada y la Resonancia Magnética son de gran ayuda para realizar un diagnóstico más preciso y para encontrar la verdadera causa de este síntoma.
Para tener en cuenta:
Ser consciente de la postura Hacer abdominales (ayudan a sostener la parte inferior de la espalda) Caminar o nadar Levantar objetos con cuidado No permanecer sentado o parado durante períodos prolongados Tener una postura adecuada al dormir Estirarse No usar tacos altos
IMAXE Diagnóstico por Imágenes Área Traumatología y Deporte El mejor tratamiento es la Prevención
PET-TC / Resonancia / Tomografía / Ecografía / Intervencionismo
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