Es la segunda enfermedad neurodegenerativa progresiva más prevalente en el mundo, después del Alzheimer. Actualmente en Argentina afecta entre el 1 y 1.5% de la población de adultos mayores, según datos aportados por la cartera sanitaria nacional.
Esta enfermedad se produce cuando las células que generan dopamina dejan de funcionar de manera prematura. La dopamina es uno de los principales transmisores químicos del cerebro que posibilita la comunicación de las neuronas entre sí, permitiendo la coordinación de los movimientos finos de los músculos. Por esta razón, la característica principal de esta enfermedad es la pérdida progresiva y gradual del control de los movimientos.
El síntoma más característico y conocido es el temblor, pero también se desarrolla la “bradiquinesia”, por la cual los movimientos y la marcha se vuelven más lentos, y aumenta la rigidez en el cuerpo, entre otros.
Al ser un trastorno neurodegenerativo caracterizado por la pérdida progresiva de neuronas monoaminérgicas, en especial dopaminérgicas, en las últimas décadas se han desarrollado diversos biomarcadores para estudiar pacientes con enfermedad de Parkinson. Un grupo de estos biomarcadores son las neuroimágenes, como la resonancia magnética cerebral (RM) y las imágenes moleculares, en particular, la tomografía por emisión de positrones (PET). Estas técnicas, se han empleado en el diagnóstico temprano de la enfermedad, así como para mejorar el diagnóstico diferencial entre enfermedad de Parkinson y otros parkinsonismos y para monitorizar la progresión de la enfermedad. Con estos fines, se ha utilizado la capacidad de estas técnicas para evaluar la pérdida de la actividad dopaminérgica y de otras vías monoaminérgicas, al igual que la posibilidad de valorar la inflamación y el metabolismo a nivel cerebral.
Resonancia magnética de Alta Resolución
El empleo habitual de la Resonancia Magnética de Alta Resolución en enfermedad de parkinson ayuda a
-Detectar la presencia de lesiones estructurales que causen o contribuyan al parkinsonismo
-Identificar la magnitud y extensión de enfermedad cerebrovascular asociada
-Diferenciar enfermedad de Parkinson de parkinsonismo vascular
-Determinar la presencia de las alteraciones características de los parkinsonismos atípicos, tales como atrofia multisistémica (AMS) o parálisis supranuclear progresiva (PSP)
¿Es útil hacerse un estudio de Tomagrafía por Emisión de Positrones?
Recientemente, los nuevos criterios para el diagnóstico de la enfermedad de párkinson, reconocen al PET como una herramienta valiosa para contribuir al diagnóstico diferencial con otros cuadros clínicos, para demostrar la utilidad de potenciales terapias que retarden el avance de la misma, para permitir el diagnóstico pre-sintomático o prodrómico en aquellas personas en riesgo de padecer enfermedad de parkinson y para predecir la aparición de complicaciones motoras y no motoras.
Las imágenes moleculares PET son una herramienta poderosa para detectar cambios cerebrales in vivo. A través de esta técnica de diagnóstico, es posible evaluar distintas vías de neurotransmisión, así como cambios inflamatorios y metabólicos a nivel cerebral.
El PET presenta mayor sensibilidad que otros métodos de diagnóstico, así como una mejor resolución temporal y espacial y presenta una mayor capacidad técnica en estudios cuantitativos, especialmente en cuantificación de flujo sanguíneo cerebral y densidad de receptores de neurotransmisores.
IMAXE Centro de Diagnóstico por Imágenes
Área Neuroimágenes
PET-TC / Resonancia / Tomografía / Ecografía / Intervencionismo
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