El manguito rotador es un tendón grueso constituido por la unión de cuatro músculos: subescapular, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor. Cubren la cabeza del húmero y tienen una gran importancia en la estabilización, fuerza y movilidad del hombro.
Sus principales funciones son la de protección, ya que absorbe los impactos sobre la articulación del hombro, y la de movimiento porque sostiene la cabeza humeral en la cavidad glenoidea para que los movimientos articulares se desarrollen en forma óptima.
El manguito rotador puede sufrir lesiones de trauma mayor, pero el más frecuente es la lesión crónica de diversos grados, pudiendo aparecer desde un pequeño edema hasta la ruptura total de uno o varios músculos.
Hay una relación entre el sindrome de pinzamiento y la degeneración del manguito y presenta las siguientes etapas evolutivas:
Fase 1: inflamación, dolor local, edema y hemorragia
Fase 2: fibrosis y tendinitis
Fase 3: degeneración y ruptura del tendón
La fase 1 es más común en gente joven, pero puede ocurrir a cualquier edad. Se presenta dolor de hombro y parte lateral del brazo y está relacionado con la repetición de movimientos de elevación. Puede presentarse una limitación de la movilidad y crujido. Los síntomas en la fase 2 son similares. Estos estados son reversibles.
Con la progresión de la lesión, puede ocurrir la rotura del tendón, generalmente en pacientes mayores de 45 años y después de un largo período de síntomas previos. Además de dolor (que suele ser nocturno), en fase 3 se pueden experimentar diversos grados de pérdida de fuerza y de elevación, abducción y rotaciones, dependiendo de la ubicación y del tamaño de la ruptura.
“Como en cualquier patología, la información y los detalles de los síntomas son fundamentales: localización del dolor, frecuencia, intensidad, factores desencadenantes, indica el Dr. Alejandro Rolón, especialista en imágenes musculoesqueléticas del Centro de diagnóstico IMAXE. “Es fundamental detectar y tratar la enfermedad en sus inicios, cuando es reversible”.
La Rx, la artrografía y la ecografía son útiles para confirmar el diagnóstico y determinar la magnitud de los daños. En casos puntuales puede ser necesario realizar una resonancia magnética.
Hoy se sabe que la buena fuerza muscular es esencial para la función normal del hombro y para el tratamiento de otras patologías, como la inestabilidad, retracciones y desequilibrios musculares, que podrían conducir a lesiones secundarias del manguito rotador.
El manguito rotador sufre mucha presión a lo largo de los entrenamientos. Es importante:
• Realizar movimientos sencillos
• Tratar de no acumular tensión en la zona
• Estirar después de realizar ejercicio para aliviar fibras musculares y tendones.
El Dr. Alejandro Rolón es médico radiólogo, especialista en imágenes musculoesqueléticas en el Centro de Diagnóstico IMAXE y director del área de imágenes de Deporte y Traumatología.
IMAXE Centro de Diagnóstico por Imágenes
Área Traumatología y Deporte
El mejor tratamiento es la Prevención
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