Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña afecta a 1 de cada 7 adultos en todo el mundo y es una de las principales causas discapacitantes.
Una migraña es mucho más que un terrible dolor de cabeza, implica un dolor fuerte y palpitante (latidos), la mayoría de las veces en un lado de la cabeza o a veces en ambos. Como si fuera poco, viene acompañada de una amplia gama de síntomas que incluyen trastornos visuales, sensibilidad a las luces, los ruidos y los olores, mareos, náseas y vómitos. Los síntomas estomacales pueden confundir ya que se cree estar padeciendo un problema hepático, pero es al revés: las náuseas y los vómitos son parte de la crisis migrañosa. Estos episodios pueden durar horas y a veces días.
Los síntomas de advertencia se conocen como “aura”, y pueden aparecer antes del dolor de cabeza o junto con él. Entre ellos se incluyen ver luces destellantes, tener puntos de ceguera o sentir hormigueo en una parte de la cara, el brazo o la pierna.
¿Qué desencadena una crisis?
- Factores emocionales: estrés, angustia.
- Factores hormonales: menstruación.
- Factores alimenticios: algunos alimentos que contienen tiramina (quesos, nueces, algunas conservas de pescado), bebidas alcohólicas o cafeína.
- Factores ambientales: cambios de presión atmosférica,olores fuertes, luces brillantes.
- Otros factores: ejercicio físico intenso, la ingesta de ciertos medicamentos, enfermedades infecciosas o traumatismos craneales.
¿Qué factores influyen para tener migraña?
- Antecedentes familiares.
- Edad. Las migrañas pueden comenzar a cualquier edad, si bien las primeras generalmente se producen durante la adolescencia, tienden a llegar a su pico de intensidad entre los 30 y los 40 años y, en forma gradual, se tornan menos intensas y frecuentes en las siguientes décadas.
- Sexo. Las mujeres son tres veces más propensas a tener migrañas. Las cefaleas suelen afectar más a los niños que a las niñas durante la niñez, pero, al llegar a la pubertad y después de ella, se producen con mayor frecuencia en las niñas.
- Cambios hormonales. Muchas veces las cefaleas comienzan justo antes del inicio de la menstruación o poco después de este. También pueden modificarse durante el embarazo o la menopausia.
En general no hace falta la consulta con el neurólogo a menos que así lo considere el medico clínico. Allí es posible que le soliciten algún estudio de imágenes como la Tomografía Computada y la Resonancia Magnética para descartar complicaciones.
Es indispensable consultar si aparece:
- Cefalea intensa y abrupta como un trueno
- Cefalea con fiebre, rigidez en el cuello, convulsiones, visión doble, debilidad, entumecimiento o dificultad para hablar
- Cefalea después de una lesión en la cabeza, en especial si el dolor empeora
- Cefalea crónica que empeora al toser, hacer un esfuerzo, tensionarte o realizar un movimiento brusco
- Nuevos episodios de cefalea si es mayor de 50 años
IMAXE Centro de Diagnóstico por Imágenes
Área Neuroimágenes
El mejor tratamiento es la Prevención
PET-TC / Resonancia / Tomografía / Ecografía / Intervencionismo
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